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jueves, 13 de febrero de 2014

VISTE TU BOTIQUÍN DE AZUL VIOLETA Y CIERRA LA PUERTA A LOS VIRUS


  Lavanda, violeta y la malva o malvavisco, tres flores de un mismo color que le cierran la puerta a la gripe.

LAVANDA O ESPLIEGO (Lavandula angustifolia)
          Junto al delicioso aroma de la lavanda subyacen propiedades protectoras para la salud utilizadas desde la antigüedad para prevenir enfermedades infecciosas y peligrosas epidemias. Esta particularidad de la planta fue descubierta cuando comprobaron que los trabajadores que estaban cerca de campos de lavanda, o usaban su aceite como herramienta de fabricación, parecían ser inmunes a las enfermedades contagiosas. Posteriormente se ha descubierto que la lavanda es un bactericida excepcional que estimula el sistema inmunológico y crea una sólida barrera contra la mayoría de los virus invasores, entre ellos el de la gripe.
            Uno de los métodos para utilizar el aceite de lavanda, que puede ayudarnos a protegernos, consiste en desinfectarse las manos:
        -  En una botella pequeña, a prueba de fugas, mezcle 1 cucharada de gel de aloe vera, 3 cucharadas de alcohol etílico y 10 gotas de aceite esencial de lavanda. Agitar bien y usar libremente durante todo el día.       
          También  se puede fabricar un spray desinfectante  que ayudará a mantener el ambiente libre de patógenos:
          -   Añadir 40 gotas de aceite de una botella de spray medio y rellenar con 2 tazas de agua. Agitar bien antes de cada uso y rociar generosamente mostradores, asientos de inodoros, las manijas y perillas junto con el teléfono y otras superficies de uso concurrido. Esta es una práctica sencilla que reduce al mínimo las enfermedades infecciosas en el hogar o en la oficina. 

VIOLETAS (viola odorata)

       La violeta es también un importante antiséptico eficaz contra el dolor de cabeza , la ronquera de la garganta, dolores musculares, alivios del resfriado o  la gripe. Todas estas propiedades ya eran conocidas por los griegos y fueron definidas por Nicholas Cullpeper, un botánico inglés muy reputado del siglo XVII. Las flores de violeta son ricas en mucílago, poseen esencia, ácido salicílico y otros compuestos, como, por ejemplo, la violamina. Son empleadas como sudorífico para la gripe, la tos y los problemas bronquiales.
    Gracias al ácido salicílico de la violeta podemos obtener también propiedades analgésicas y antipiréticas. Así que, aún con las prevenciones que hayamos tenido para subir nuestras defensas (para lo cual la equinácea es también estupenda), si los virus gripales nos acechan es muy aconsejable tener en cuenta esta planta que, combinada con expectorantes como el gordolobo o con sedantes y supresoras de la tos como la amapola, es muy aconsejable para las crisis de tos o la sensación de ahogo.
   

MALVA Y MALVAVISCO (Malva syvestris y Althaea Officinalis)

     La Malva es una variedad del Malvavisco cultivado, que posee propiedades emolientes, antiinflamatorias, antitusivas y es laxante ligero. Se utiliza en catarros, bronquitis, faringitis, gripe, etc.
     El Malvavisco tiene propiedades parecidas a la malva, aunque más intensas. Las flores, hojas y raíz del malvavisco protegen las mucosas y se utilizan para calmar el dolor de garganta, la tos seca, la afonía y el estómago irritado.
      Un socorrido remedio para aliviar el malestar de la gripe consiste en mezclar a partes iguales  gordolobo, amapola, malva, malvalvisco y violeta. Con una cucharada rasa de este preparado por taza de agua se prepara una infusión,  ideal para tomar antes de dormir. Si fuera necesario puede tomarse también otra taza a lo largo del día, eso sí teniendo en cuenta  que puede provocar cierta somnolencia.
    
Fuentes: Diferentes páginas de internet.

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